Proyecto de Quiport relacionado con aves migratorias es premiado por Pacto Global Red Ecuador
El trabajo realizado por Corporación Quiport para lograr una coexistencia de las aves migratorias con las operaciones aéreas en el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, contribuyendo a la conservación de las aves y garantizando la seguridad de las operaciones aéreas, fue reconocido por Pacto Global Red Ecuador en la III Edición del Reconocimiento a las Buenas Prácticas de Desarrollo Sostenible.
Esta buena práctica identificada como ‘Aves migratorias y cambio climático’ impacta directamente en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 15, que se refiere a Vida de ecosistemas terrestres.
Las candidaturas fueron evaluadas por un comité internacional de expertos integrado por 25 destacados profesionales en Sostenibilidad de América Latina. El proceso fue gestionado por Valora Consultores, empresa española delegada por Pacto Global Red Ecuador para este fin.
Aves migratorias en el aeropuerto
Un gran porcentaje de aves migratorias se reúne en sitios específicos para descansar y obtener energías durante su viaje, la pérdida de cualquiera de estos sitios de descanso podría significar la destrucción de toda la población de aves en una ruta migratoria determinada.
El aeropuerto de Quito cuenta con un reservorio de agua lluvia de 17 hectáreas de extensión dentro de sus instalaciones, que se ha convertido en un sitio de descanso de aves migratorias, creando una coexistencia positiva de las aves con las operaciones aéreas, pues, en combinación con el programa de gestión de fauna, no representan un riesgo para las actividades de aeronáuticas que se desarrollan.
Esta gestión permite fortalecer la resiliencia del aeropuerto frente al riesgo que supone los cambios en la migración de aves y evita las reparaciones innecesarias que pueden tener las aeronaves que operan en el aeropuerto debido a impactos de aves.
Los sitios como el reservorio de agua lluvia del aeropuerto de Quito son esenciales para que las aves puedan descansar y obtener energías durante su viaje.
Tanto las especies migratorias como las residentes han descubierto en el reservorio de agua lluvia del aeropuerto un refugio en coexistencia positiva con las operaciones aéreas, encontrando así un punto de equilibrio en las relaciones entre empresa y naturaleza.