Faunetus celebra 10 años gestionando responsablemente la fauna en el aeropuerto de Quito
Celebramos una década de contribuciones extraordinarias de Faunetus en la gestión de fauna en el aeropuerto de Quito, así como en la coexistencia armónica entre la operación aeroportuaria y la vida silvestre.
Recordamos la llegada de Faunetus en 2013, cuando comenzó la operación del aeropuerto en Tababela y la necesidad de trabajar responsablemente con la fauna del entorno. Veníamos de un aeropuerto en una zona urbana, a uno ubicado en un entorno totalmente diferente en medio de fauna terrestre y aves. Debido a esto se analizó minuciosamente el mejor método para controlar la fauna y el más efectivo de acuerdo con el tipo de animales que encontraríamos en la zona de Tababela y sus alrededores.
“Afortunadamente, entre otros equipos especializados que postularon, conocimos a Funaetus, la empresa que más se ajustaba a las necesidades, con un equipo de cuatro personas altamente calificadas”, cuenta Gabriela Landázuri, gerente de EHS de Quiport, quien participó en el diseño del modelo de control de fauna. Ruth Muñiz, quien vino de España y es PhD en Biología, y experta en aves rapaces, Paúl Tufiño, máster en Biología, y dos halconeros, uno de ellos biólogo y el otro zootécnico, conformaron el equipo ideal para empezar esta delicada tarea y efectuar los análisis correspondientes para adaptar sus métodos a las necesidades del aeropuerto. De este modo se decidió que la mejor alternativa era utilizar técnicas de cetrería, unidas a otras actividades para reducir el riesgo de la fauna en las operaciones del aeropuerto.
Para iniciar, Faunaetus trajo desde Alemania 2 halcones sacre y 6 águilas harris, junto con un perro border collie de Colombia. Estos animales, luego de estar entrenados en musculatura y adaptabilidad al medio, iniciaron su servicio junto con un perro labrador que se encontraba en el país. En tan solo dos meses, Faunetus logró implementar un servicio completo que cumplía con los objetivos de control de fauna en el aeropuerto.
Las aves de presa realizan vuelos para marcar territorio e impedir que otras especies de aves se acerquen a las zonas donde representan un riesgo para la operación de aeronaves, mientras que los canes se encargan de las tórtolas y demás aves que se posan en el suelo, así como de fauna terrestre que pueda acercarse a las áreas sensibles del aeropuerto. Con el tiempo se fueron incluyendo más aves y canes en el equipo.
A través de análisis exhaustivos y experiencias prácticas, Faunetus y el Departamento de EHS de Quiport lograron cambiar el objetivo inicial de control de fauna a una gestión más sostenible. Se identificó que ciertas especies de aves no representan un riesgo para las operaciones aeroportuarias y, por tanto, se implementaron medidas para permitir su permanencia en el aeropuerto, por supuesto, con controles y monitoreos regulares.
Esta iniciativa ha llevado a una coexistencia respetuosa entre las aves y la operación aeroportuaria, un logro único en la industria donde generalmente se busca evitar la presencia de aves en las inmediaciones de los aeropuertos por representar un riesgo en la operación.
En la actualidad, el aeropuerto de Quito cuenta con un equipo de 6 especialistas que gestionan la fauna con la ayuda de 10 águilas harris, 3 halcones peregrinos, 2 halcones sacre y 4 perros border collie, todos contribuyendo de manera efectiva a la seguridad y la gestión responsable de la fauna en nuestro entorno.
¡Felicitamos y agradecemos el servicio y avances que ha tenido Faunaetus durante estos 10 años!